En una bolsa de plástico grande, combinar el jengibre, las semillas de cilantro, el comino, el ajo, la salsa de soya, la miel, el sake o el vinagre y la salsa picante. Agregar las costillas y mezclar bien. Dejar marinar mínimo 30 minutos, pero preferentemente toda la noche.
Precalentar el horno a 180 ºC.
Retirar las costillas de la bolsa y reservar la salsa marinada.
Poner las costillas en una charola y envolver con papel aluminio. Meter al horno por una hora y revisarlas hasta que queden suaves.
Sacar las costillas y subir la temperatura del horno a 220 ºC. Quitar el papel aluminio y agregar la salsa marinada sobre las costillas (calentar la salsa antes si es necesario).
Volver a meter las costillas al horno de 20 a 30 minutos y esperar a que la salsa se convierta en un glaseado.
Servir con hojitas de cilantro y el limón partido para agregar unas gotas al momento.
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